Mensaje conjunto de apoyo y solidaridad con la rebelión contra la violencia racista

Hola, camaradas, hermanas y hermanos de todo el mundo. Este es un mensaje de apoyo y solidaridad de muchos colectivos e individuos unificados desde la diversidad étnica, socialistas y progresistas internacionales de fe, inspirados por las religiones abrahámicas para luchar por un mundo mejor.
En los últimos días, el problema constante de la violencia racista y los linchamientos en manos de la policía en los Estados Unidos ha vuelto a estar en la conciencia pública, desencadenado por los asesinatos extrajudiciales de George Floyd en Minneapolis, Ahmaud Arbery en Goergia, Dreasjon “Sean” Reed en Indianapolis y Breonna Taylor en Louisville en manos de supremacistas blancos y la policía.
Este tipo de violencia ha continuado desde el principio del colonialismo y la esclavitud hace más de quinientos años. A pesar de los intentos de la clase dominante supremacista blanca por ocultar el problema, el público se ha vuelto más consciente del mismo gracias a la tecnología y los esfuerzos de activistas negros y sus aliados por atraer atención hacia este.
Como socialistas y progresistas estamos llamados a atender las inequidades de la civilización; como creyentes, estamos llamados a pelear por la justicia, defender los derechos dados por Dios a todos los pueblos, y salvaguardar a los vulnerables. Mediante la esclavitud, leyes de Jim Crow, supresión del voto, desigualdad económica, inequidades educativas y la violencia sistémica, la clase dominante supremacista blanca por largo tiempo ha subyugado al pueblo negro y de color a nivel internacional. La América negra nunca ha sido tratada como igual por la América “blanca” europea. En un país donde, de acuerdo al conteo oficial del Washington Post, aproximadamente 1,252 personas negras han sido asesinadas a tiros por la policía desde el 1 de enero de 2015, ¿cómo puede estar segura cualquier persona negra? La violencia contra los negros que sucede en los Estados Unidos y alrededor del mundo está indisolublemente ligada a otros actos de terrorismo racista, etnocéntrico e intolerante cometido por opresores blancos alrededor del mundo, como, por ejemplo, las masacres recientes en sinagogas en los Estados Unidos y Alemania, los ataques contra musulmanes en una masjid en Nueva Zelanda, las continuas desapariciones, abusos sexuales y asesinatos contra los pueblos indígenas del continente americano, los asesinatos antisemitas en manos de la policía en Phoenix, Arizona, la ocupación asesina de Palestina a manos de la entidad sionista, los ataques multinacionales contra los kurdos, así como incontables otras atrocidades.
Manifestantes, que toman las calles para promover la justicia y luchar contra la desigualdad, también son atacados por la violencia racista. Algunos manifestantes han sido intencionalmente atropellados por carros y en algunos casos han muerto. La policía y supremacistas blancos también han atacado y asesinado manifestantes a lo largo y ancho de los Estados Ynidos. En Seattle, el gobierno de la ciudad le ordenó a la policía apagar sus cámaras móviles para ocultar el uso de fuerza letal. Mientras la violencia contra personas negras y de color aumenta, los políticos y los medios de comunicación hablan en contra de la lucha por la justicia y tratan de evitar que el pueblo se entere de estos ataques. El presidente Trump ha amenazado desde Tritter y Facebook con mandar matar a los manifestantes. La guardia nacional ha sido activada para reprimir al movimiento por la justicia, una táctica letal que históricamente ha sido usada para aumentar la opresión oficial y paramilitar en los Estado Unidos y en otros países. Se necesita el apoyo de gente de todo el mundo para ayudar a salvar las vidas de pueblos oprimidos luchando por la liberación.
Como creyentes, y miembros de un movimiento profético revolucionario de judíos, cristianos y musulmanes que se extiende a través de muchas eras y todos los continentes, nos inspiramos en el ejemplo de Moisés, que organizó a su pueblo para alzarse contra la clase dominante de esclavistas liderados por Faraón. Nos inspiramos en Elías, que llamó a su pueblo a levantarse contra el dictador Achav y sus ideólogos, los profetas de Ba’al. Nos inspiramos en Jesús, que ocasionó un disturbio contra la élite comercial en el templo, y contra el imperio romano que ocupaba Palestina. Nos inspiramos en Mahoma, que organizó a sus camaradas y a las masas oprimidas y explotadas de la Península Árabe para alzarse contra el poder de la élite Quraishi dominante.
Así como los profetas se rebelaron contra la ley idólatra de su era —la adoración de los gobernantes como si fueran dioses, la propaganda que presenta la jerarquía social como ordenada por el cielo, la justificación de la opresión y la esclavitud llamándola la voluntad de los dioses— así también debemos nosotros denunciar la idolatría de hoy. La adoración de la riqueza y el poder, la veneración de los bancos y la bolsa de valores, el estatus aparentemente todopoderoso de las instituciones financieras… estos son los equivalentes modernos de los reyes y señores esclavistas contra los que se rebelaron los profetas. Y siguiendo su ejemplo, debemos seguir esta honrosa tradición abrahámica, luchar contra la injusticia en nuestro tiemo y lugar.
Nuestro creador nos llama a luchar contra la injusticia y la desigualdad, y a proteger la vida humana. Como socialistas y progresistas que luchan por crear un mundo que proteja los derechos y la libertad dotada por la misericordia de nuestro creador a todos, tenemos una obligación de apoyar la lucha por la justicia y la libertad del pueblo negro y de color, en los Estados Unidos de América y alrededor del mundo. Debemos hacer todo lo que podamos para apoyar y avanzar la lucha por la justicia racial, hasta que todos los pueblos racializados sean libres de todas las formas de opresión imperiales y coloniales.
Somos más fuertes cuando estamos unidos por el amor y la búsqueda de la justicia. Nuestras oraciones, nuestro apoyo y nuestra solidaridad de todas las maneras posibles están con el pueblo negro y de color en Estados Unidos y alrededor del mundo. Nuestros colectivos avanzan en solidaridad con la gente racializada en las Américas y en todo el mundo.
Black Lives Matter ! – ¡Las vidas negras importan!